En el verano de 1959, un médico alemán conoce a una familia argentina en la región más desolada de la Patagonia. El viajero no es otro que Josef Mengele. Esta familia revive en él todas las obsesiones relacionadas con la pureza y la perfección. En especial Lilith, una adolescente con un cuerpo demasiado pequeño para su edad. La fascinación es mutua: en pleno despertar sexual, Lilith siente una inquietante atracción por ese forastero.