Kerry y Justin, dos adolescentes fanáticos de los videojuegos de terror, se cuelan en una funeraria con la intención de ver un cadáver real. Para su sorpresa, allí, además de encontrar a muertos, sorprenden a un vampiro merendando furiosamente uno de los cadáveres. Horrorizados, intentan huir del edificio pero sólo Justin logra escapar.