Dos chicas: una proscrita llamada Skye Rotter (Lauren McKnight), y Madison Penrose (Julianna Guill), una chica que ha sido consentida durante toda su vida. Madison convence a sus padres para volver a abrir el Roller-Dome (que alguna vez fue propiedad del padre de Rotter) para su fiesta de cumpleaños dulce dieciséis. El Roller-Dome había sido cerrado debido a una serie de brutales asesinatos que tuvieron lugar en dicho lugar. Diez años después, el asesino vuelve a causar estragos en su fiesta.