Alfonso, aconsejado por Urraca, guarda una última y tentadora carta para conseguir que Ruy se quede en León junto a él: anular el compromiso matrimonial de Jimena con Orduño, y bendecir el suyo. Ruy puede conseguir todo lo que desea, pero a cambio tendrá que traicionar a Sancho. Mientras, los árabes, que buscan desestabilizar a los reinos cristianos, comunican a Sancha que el Rey fue envenenado.